martes, 26 de mayo de 2009

El Apagòn



Las luces se apagan y alguien corre a encender una candela. La pobre candela apenas logra suavizar la oscuridad que se impone en la sala, pero es lo suficientemente brillante como para atraer a un niño...no pude resistir la tentaciòn de tomarle una foto-la verdad es que le disparé varias veces por miedo a no lograr capturar el momento-, el estira su mano en busca de la fuente luz calor...y me transporta a los días aquellos en que los cortes de energía eran tan comunes como el mal aliento. A veces es difícil darnos cuenta del valor que un pedazo de noche oscura le puede agregar a la vida...

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