martes, 1 de febrero de 2011

Diálogo de Sordos.

Era una mañana de domingo, tranquila, fresca, y quizá hasta demasiado silenciosa. Suena el teléfono (ring, ring, ring, ring):
-Aló, diga.
-Se encuentra Doña Francisca?
-Aquí no vive esa persona. Número equivocado.
-Pero ese es el número que me dieron.
-Entonces la engañaron porque aquí no hay nadie con ese nombre.
-Pero cómo que me engañaron, lo que pasa es que usted no quiere que yo hable con Doña Francisca. Por favor, necesito hablar con ella. No quiero seguir perdiendo el tiempo hablado con usted.
-Señora, le repito, aquí no vive esa señora!!
-!No me joda más!. !Póngame a Doña Francisca que me urge hablar con ella!!
-Señora, tango que colgar...tu,tu,tu,tu,tu...
-Me cortó el muy hijo de puta...bueno, quizá no me estaba mintiendo.

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