miércoles, 3 de septiembre de 2008

Ni Dios lo Quiera.

Me dijo que el jamás aspiraría a ganarse la lotería.
Me sorprendí con tal confesión y no tuve otro remedio que preguntarle la razón de esa falta de deseo.
-Te imaginas, me respondió, lo caótica que sería la vida si tuvieras que lidiar con otro más que no supiera en qué gastar su dinero??

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