Remedios Caseros.

Soplan aires de modernidad...pero solo eso. Ahora el médico está en casa: si le duele algo, si tiene calores, si sufre de alergia, si padece de insomnio, si su corazón se acelera, si le sudan las manos, si al defecar sangra, si tiene fiebre o dolor de cabeza...no se preocupe, encienda el televisor y vera como se siente mejor. Pero si el problema es que la conciencia no le deja tener paz, entonces tómese una aspirina...este medicamento mágico hasta para prevenir el mal de ojo sirve. Cuando tenga hipo haga como hacen las mujeres del campo: tome un pedacito de hilo rojo, que alguien se lo meta a la boca y lo moje de saliva, haga una pelotita con el hilo ensalivado y póngaselo en mitad de la frente. Cuando tenga dolor de oído busque un árbol de caraña, hágale una herida en la corteza y con un algodón recoja un poco de la savia. Haga un tapón con este algodón y colóquelo dentro de la cavidad del oído. Para el dolor de vientre no hay nada mejor que el té de manzanilla, para aliviar las ojeras colóquese rebanadas de pepino sobre los ojos, para fortalecer las uñas todo lo que tiene que hacer es pelar papas, contra la calentura un baño con agua fría, contra los piquetes de avispas úntese un poco de miel o haga miel de azúcar, cuando se tuerza un tobillo y se le inflame esa área, lo que tiene que hacer es preparar un cocimiento de hojas de mango mechudo y luego meter el tobillo afectado en esa agua, un tecito de hojas tiernas de naranja agria ayuda a resolver los malestares causados por la presión alta, los aguacates remaduros se untan en el cabello para proporcionarle brillo y suavidad, mi abuela se aplica kerosene sobre las piernas y dice que esto le ayuda a evitar la sensación de entumecimiento, la limonaria tiene propiedades anestésicas; morder hojas de esta planta ayuda contra el dolor de muelas...y las recetas caseras abundan. Donde no hay médico, la sabiduría popular se encarga de resolver.