martes, 7 de septiembre de 2010
Regla Número Uno.
Vamos a empezar de nuevo-me dijo sonriendo-, y sacó una libreta y anotó: Regla número uno: Si quieres que seamos felices tendrás que obedecer mis ordenes y cumplir mis caprichos. No era necesario que siguiera escribiendo. Desde el momento mismo en que empezó a escribir yo sabía que mi destino ya estaba marcado.
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