viernes, 6 de junio de 2008

De cómo es tan facil caer en las emboscadas tendidas por las palabras y la manía de algunas personas de escribir sin punto y coma

cuántas historias podrían contar esas bancas, cuántas conversaciones en susurros, cuántas declaraciones de amor, cuántos besos robados al abrigo de las pérgolas, quienes se habrán orinado a la sombra de los guanacastes...si, yo me acuerdo cuando este parque estaba escoltado por el palacio y la oficina del distrito nacional-D.N.- y en aquella esquina estaba la barbería de los viejitos...cuando esta calle todavía no conocía el pavimento, el tren pasaba debajo de ese puente que asemeja un cuello de dinosaurio y la gente se asomaba a las puertas y ventanas para leer el futuro en la mancha de humo que dejaba el armatoste y los niños que se asustaban con el rugir de los motores de los poquitos carros que se tragaban las distancias con sus ruedas de caucho y los guardias con sus garand colgados del hombro y las botas que les brillaban de tan limpias...y los borrachitos limpiando las calles como castigo por alterar el orden público y en la tortuga morada los hijos e hijas de los ricos que se divertían al compás de los ritmos venidos de estados unidos y Europa y...los amigos que no vemos hace años y todas las cartas que no nos hemos escrito y los intentos de frases cortas, con sentido, con valor literario y peso histórico y no poder decirle que aun recuerdo el tono de su voz cuando nos despedimos aquella mañana y las sonrisas que me inundan el rostro al recordar sus chistes sus ideas para el futuro-presente y lo que la vida nos ha puesto en las manos y que a veces parece ser demasiado y pero ponemos el pecho y enfrentamos a los dragones y les arrancamos la piel con los dedos y la colgamos de la pared para recordarnos que no hay nada en este mundo que sea imposible de superar y que aun en la distancia hay gente que nos quiere y que me quiere y a las que esperamos un día poder acompañar de cerca en este viaje que es la vida y dejar al menos un hito en el cual los demás nos puedan ver reflejados y cuando ya no hayan ojos escrutando el mañana entonces el ahora el ya este momento será el único que valga la pena ser vivido porque una vez me dijeron que el pasado no sirve y que el futuro no existe y las reglas se hicieron para romperse y no hay que ponerle riendas al destino que cada día se inventa a si mismo y a mi me encanta que cada día es nuevo y puedo llenarlo de lo que yo quiero pero me imagino que sería mejor si lo comparto con la gente linda que me encuentro en el camino... y estas calles testigos de lo que podría ser...y un periódico abandonado alza el vuelo y va regando letras sobre la acera y sobre las cabezas de los transeúntes...y yo saco papel y lápiz y me imagino cuántas historias podrían contar esas bancas...

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