miércoles, 25 de noviembre de 2009

Maravillas

Aquel era un pueblo tan alejado de la civilización que cuentan que un alemán que de casualidad pasó por allí se hizo rico cobrando dos centavos a todo aquel que quisiera ver un bombillo que iluminaba la noche cuando se conectaba a una batería...después llegó el progreso preñado de promesas y maravillas y ahora la gente paga para ver la vida de ellos mismos reflejada en una pantalla.

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