Arnoldo José Alemán Lacayo -Retrato Hablado

El ex presidente de la República de Nicaragua, Arnoldo José Alemán Lacayo, tiene el aire de quien se ha tragado una casa, una finca, una huaca, un país, una condena y muchos amigos. Tiene ojos chiquitos e inquisidores, y arruga la cara como que siempre está midiendo a las personas, tiene los brazos cortos y gordos, nada apropiados para los abrazos sinceros y la mandíbula inferior está encapuchada en un mar de grasa que tiembla cada vez que se ríe. Cojea como resultado de una operación de cadera, pero esto no le impide ser ducho en el baile, se mueve como ballena en el agua, y cuando cuenta chistes atrae multitudes y peor todavía si hace gala de su flamante labia en los mítines políticos y encerronas del partido. Sus orejas están perfectamente proporcionadas con el resto del rostro y esta es señal de que escucha todo lo que le conviene escuchar y se informa muy bien de lo que sus enemigos comentan. Definitivamente que el hombre tiene ángel, no he conocido a otro político capaz de hacerse sentir tan cerca y tan profundo a las clases menos favorecidas. Es pues este hombre de una raza especial, de los que matan y van a la vela y aún se atreven a contar chistes sobre el muerto y a consolar a los deudos sin sentir remordimiento alguno.