sábado, 7 de agosto de 2010

Una Joya de Ernesto Cardenal...

BIENAVENTURADO EL HOMBRE (SALMO 1)

Ernesto Cardenal, 1925-


Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido ni
asiste a sus mítines
ni se sienta a la mesa con los gánsters
ni con los Generales en el Consejo de Guerra
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans

Será como un árbol plantado junto a una fuente.

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