domingo, 23 de marzo de 2008

Deribas

dominábamos la noche y nuestro campo de juegos era inmenso...saltábamos de un bus a otro vendiendo periódicos y los fines de semana asistíamos a cada partido de béisbol o fútbol que se jugara en managua.... yo, el benjamín, solo tenía que vender seis periódicos y con eso era suficiente para comprarme un eskimo. los partidos en el estadio eran de lo mejor. yo no me interesaba tanto en lo que sucedía en el terreno como la cantidad de rostros y situaciones diferentes que se vivían en las graderías; el viejo de las quinielas y el misterio que siempre lo rodeaba, el afeminado grande y fuerte que vendía maní-La Rompe Catre-, el vigorón picante, las gaseosas heladas en bolsas transparentes y el grito de "viva nemeeeeeesioooooo...", clodomiro el ñajo borracho y tendido en el pasillo, el olor a orines rancios en la última grada de la platea, los borrachines que predecían a grandes gritos el resultado del partido y las muchachas bonitas que le lanzaban besos a franklin lópez...después de la jornada nos llenábamos las tripas con enchiladas o chancho con yuca...y al día siguien se reanudaba el partido en el mismo punto en que había terminado la noche anterior...

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