martes, 4 de marzo de 2008

los placeres me parecen cada día más sofisticados. cuando era niño-en los 80s- la visita al servicio higiénico era la oportunidad de sentarse a leer los diarios de circulación nacional. Barricada y El Nuevo Diario terminaban cortados en rectángulos y ensartados en un alambre junto al inodoro...en esos días no habían tantos tipos diferentes de papel higiénico, el perrito de los comerciales de Scott no existía, los papeles blanquesitos y perfumados no se visualizaban ni en sueños, y cuando iba al supermercado no tenía que preocuparme cuál tipo de papel mi culo apreciaría más...solo teníamos dos opciones: papel periódico o Velvet, la marca nacional...en esos años de escaces la gente se invento soluciones ingeniosas/simples: usar cualquier papel al alcance de la mano, la tuza de maíz, los olotes, pedazos de ramitas secas, retazos de tela...el placer de sentarse en el trono y desocuparse era algo Divino que se disfrutaba sin pensar en si había embargo o no...yo digo que aprendí a disfrutar de la lectura gracias al placer de cagar.

No hay comentarios: