domingo, 13 de julio de 2008

Insomnio 2.1

Por las noches no dormía pensando en todas las cartas que no se había atrevido a responder. Las habían de todos los colores y perfiles, con letras cursivas, con puras mayúsculas, con ideas recortadas por puntos y comas, extensas, concisas, escritas con tinta negra, azul, roja, las que apenas saludaban y ahí pasaban a inquirir sobre el estado de salud de la abuela milenaria y el precio de las tortillas, las cartas olorosas a perfume barato y las que al entrar en contacto con el aire se pulverizaban en miles de maripositas amarillas. En sus noches de insomnio respondía mentalmente todas las cartas, pero a la mañana siguiente descubría con gran susto que las frases que antes tomaba como geniales se volvían incoherentes al plasmarlas en el papel...y es por eso que ahora se va a la cama con un cuaderno y un lápiz en la mano. Uno nunca sabe en qué momento recibirá la visita de la inspiración, y hay que estar preparado...
Todavía se pregunta qué sucede con todas esas grandes frases.

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